En esa casa del fondo se prepara el delicioso arrope de calabaza que los niños de la comarca lamerán con fruición los domingos a la salida de misa de una. Aunque muchos preguntan a qué se debe ese saborcillo de fondo, los arropieros se resisten a proporcionar una respuesta concreta. Dicen que es el amor que le ponen al trabajo, pero no. No es eso.
En esa casa del fondo se prepara el delicioso arrope de calabaza que los niños de la comarca lamerán con fruición los domingos a la salida de misa de una. Aunque muchos preguntan a qué se debe ese saborcillo de fondo, los arropieros se resisten a proporcionar una respuesta concreta. Dicen que es el amor que le ponen al trabajo, pero no. No es eso.
ResponderEliminarQue yo lo sé.
ResponderEliminarMiracoloso-ambiente kafkiano, los del maletín inspiran compasión.
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